¿Qué imagen del Padre revela en su oración?
¿Cuáles son los motivos que le empujan a dar alabanza a Dios?
¿Qué da a entender el Señor Jesús, cuando nos dice: “…te alabo Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y se lo has revelado a la gente sencilla…” ¿a qué nos compromete esto?
¿Cuál es el yugo que mayormente pesaba sobre el pueblo de aquel tiempo?
Y ahora ¿cuál es el yugo que más cansa?
¿Cuál es el yugo que me da descanso?
¿Cómo pueden las palabras de Jesús ayudar a nuestra comunidad a ser un lugar de reposo para nuestras vidas?
Jesús se presenta como revelador y como camino al Padre. Vengan a mí cuando estén cansados y agobiados y encontrarán en mí descanso…”, nos dice el Señor, siendo así, yo, ¿me doy tiempo para estar con el Señor, para desahogar mi alma en Él y así sintonizar mi vida con la de Él?
Todos, en algún momento nos sentimos cansados y agobiados… ¿Es Jesús nuestro primer punto de búsqueda? O en esos momentos preferimos enojarnos y hasta separarnos de Dios
¿Entiendo esto que ofrece Jesús del Yugo?
¿Pongo mis cargas, mis agobios en las manos del Señor para que sea más llevadero?
¿Qué me impide a mí hacer esto?
Señor Jesús Tú que nos dices: “…vengan a mí cuando estén cansados y agobiados y yo los aliviaré…”; a ti llegamos Señor, con toda nuestra vida, con toda nuestra historia, con todo lo que hemos vivido y con todo lo que hemos pasado, para dejar en tus manos todo lo que somos, todo lo que tenemos y todo lo que hemos hecho, para que Tú Señor nos llenes de tu paz, para que nos hagas experimentar tu amor, para que Tú nos des libertad interior, para que nos des un corazón sensible y dócil como el tuyo. Señor, danos la gracia de vivir tu Palabra e imitarte para tener de ti tu amor y tu bendición y así vivir como Tú nos pides dando testimonio de ti, haciendo vida tu Palabra. Que así sea
Jesús, Tú que has venido a revelarnos al Padre, que has venido a decirnos que a Dios le debíamos llamar Abba Padre, y que Él es un Dios rico en misericordia, que dispone todo para nuestro bien, que nos ama con amor eterno, que nos conoce hasta lo más profundo de nosotros mismos, que nos conoce desde siempre y que nos llama por nuestro nombre, ayúdanos Señor, a ser dóciles a su acción en nosotros, ayúdanos a tener el corazón abierto a su manifestación en nosotros; Tú Señor que fuiste obediente hasta la muerte y muerte de cruz, Tú que supiste actualizar y manifestar la voluntad del Padre en todo lo que dijiste, hiciste y viviste, ayúdanos a actuar como Tú, con corazón sencillo confiando plenamente en Él, con corazón dócil entregándote totalmente a su amor; ayúdanos Señor a ser como Tú para que así Tú puedas revelarnos al Padre.
Señor, aunque muchas veces vivimos una fe apenas de conceptos y no de vida, de ideas y no de actitudes, de palabras y no gestos, te pedimos que nos ayudes a que como Tú, en todo momento busquemos y vivamos en la presencia del Padre, dejando que Él actúe y se manifieste en y por nosotros, como lo hizo contigo.
Señor Jesús, Tú nos dices: “…vengan a mí cuando estén cansados y agobiados y yo los aliviaré…”, Señor, así venimos y llegamos ante ti, porque Tú bien sabes lo que traemos en el corazón, porque Tú bien sabes lo que estamos viviendo, porque solo Tú puedes darnos la paz y la alegría de corazón que buscamos y necesitamos.
Señor, te pedimos que toques nuestro corazón y nos des tu paz, que vengas a nosotros y nos llenes de tu presencia, para que encontremos un sentido pleno a todo lo que estamos viviendo. Señor, tenemos el corazón tan cargado de tantas cosas, tenemos el corazón lastimado por tanta soledad, por tantos desprecios e incomprensiones, por eso venimos ante ti para dejar en tu corazón nuestro corazón herido y cansado, para que Tú nos llenes de ti, para que Tú sanes nuestro pasado y nos colmes de alegría, gozo y paz.
Ven, Señor a nosotros y danos tu gracia para tener de ti la plenitud de vida que solamente Tú nos puedes dar. Nos entregamos a ti y dejamos nuestra vida en tus manos para que seas Tú el que nos colmes de alegría, gozo y paz, siendo Tú todo para nosotros, viviendo nosotros por y para ti.
Teniendo en cuenta que el Señor se revela a los sencillos de corazón, ¿qué vamos a hacer para llegar a Él con docilidad de corazón y apertura de espíritu para conocerlo siempre más?
Sabiendo que el Señor nos dice de ir a Él cuando uno esté cansado y agobiado y que Él nos dará descanso, ¿cuál debe ser nuestra actitud y nuestra disposición en todos los momentos de la vida, para que Él sea el sentido de nuestra vida, nuestro consuelo y nuestra fortaleza?
Después de haber conocido este pasaje, ¿qué va a cambiar nuestra vida, para tener una relación más personal y directa con Él y así ser transformados por su amor?
El Padre es revelado por su Hijo, esto es, por su Verbo. Pues así como las palabras que proferimos nos revelan de un modo temporal y transitorio a nosotros mismos y aquello de que hablamos, ¿cuánto más la Palabra de Dios por la que se hicieron todas las cosas? Esta Palabra nos dice lo que es el Padre, en el concepto de Padre y así mismo qué es lo que es el Padre.
Cuando dijo: "Ninguno conoce al Hijo, sino el Padre", no dijo: y a quien el Padre quisiere revelar. Pero esto no quiere decir que el Hijo no puede ser conocido más que sólo por el Padre. El Padre puede ser conocido, no sólo por el Hijo, sino por todos aquellos a quienes lo revelare el Hijo. Así decimos, que por revelación del Hijo conocemos al Padre y al Hijo, porque el Hijo es la luz de nuestra inteligencia. Y en lo que sigue: "Y a quien el Hijo lo quisiere revelar" comprendemos no sólo al Padre, sino también al Hijo, porque estas palabras están relacionadas con las anteriores. Porque es expresado el Padre por su Verbo y el Verbo, no sólo revela lo que El expresa, sino también se revela a sí mismo.